¿Qué son los anticoagulantes?
Los anticoagulantes son sustancias utilizadas para el tratamiento de la trombosis por su capacidad para dificultar el proceso de coagulación de la sangre. Un trombo es un coágulo dentro del sistema circulatorio. Se dice que se produce una embolia cuando un fragmento de ese coágulo se desprende y, de forma brusca, tapona alguna vena o arteria. El tratamiento anticoagulante es el de elección en la trombosis de las extremidades inferiores y en la embolia pulmonar.
Existen varios tipos de anticoagulantes que se utilizan en el manejo de estos procesos: heparinas y pentasacáridos, anticoagulantes orales e inhibidores directos de la trombina, únicamente su especialista determinará el uso adecuado, son medicamentos de uso delicado.
Conoce más sobre los anticoagulantes
Tanto las heparinas, como los anticoagulantes orales presentan limitaciones, derivadas en unos casos de la vía de administración y en otros, de la necesidad de controles analíticos para ajustar la dosis.
En la actualidad, se están llevando a cabo estudios con nuevos inhibidores del factor X y de la trombina, los cuales presentan las ventajas de administración por vía oral sin necesidad de monitorización, por lo que ofrecerán indudables ventajas para el tratamiento anticoagulante de pacientes con trombosis.
Es de suma importancia saber que existen importantes interferencias con otros medicamentos, pudiendo potenciarse o frenarse la acción del anticoagulante. El listado de medicamentos que interaccionan es muy extenso. En principio, no se tomarán ni antiagregantes (Aspirina, Adiro) ni antiinflamatorios. En casos de enfermedades con o sin fiebre, diarrea, pérdida de apetito o ictericia, consulte de inmediato a su especialista. Toda enfermedad puede modificar el rango terapéutico. En estos casos, los controles serán más necesarios.